Amar es una Decisión

El Dr. Stephen R. Covey (1932-2012), fue considerado por la revista Time como uno de los 25 estadounidenses más influyentes, destacando en el mundo empresarial como experto en asuntos de liderazgo, familias, consultoría organizacional y autor de importantes obras literarias. En su más reconocido Best seller “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, Covey presenta la idea fundamental de que nuestro carácter está compuesto por hábitos y que estos hábitos nos guiarán a la efectividad si están basados en principios. Uno de esos principios es el principio de la proactividad, que nos enseña que no somos lo que sentimos, sino que somos lo que decidimos, ya que en nosotros está la capacidad de decidir si amamos o no, por lo que amar es una decisión que está en nuestras manos tomar.

El sentimiento es el fruto de la acción

En un seminario sobre el cual hablaba sobre el concepto de la proactividad, el Dr. Covey relata que un hombre se le acercó y le manifestó que tenía gran preocupación por su matrimonio, ya que suponía que no amaba a su esposa debido a que no sentía lo mismo por ella, insinuando que el amor había desaparecido. Ante esta situación, la respuesta de Covey fue “Ámela. Si el sentimiento ha desaparecido, ésa es una buena razón para amarla. Amar, querido amigo, es un verbo. El sentimiento de amar, es el fruto de la acción de amar”. ¡Esta fue una desafiante respuesta!

El Dr. Covey afirma que las personas proactivas hablan de amar como un verbo, mientras que las personas reactivas hablan de amar como un sentimiento. Quien piensa que amar es un sentimiento, acepta que los sentimientos son los que controlan sus acciones, llevándolos a renunciar inconscientemente a su responsabilidad de decidir y permitir que sean los sentimientos quienes los gobiernen.

Sin embargo, las personas proactivas hacen énfasis en el verbo amar, es decir que amar es algo que ellos deciden hacer. Para la persona proactiva, amar se encuentra en sus acciones, en los sacrificios que se hacen, incluso por aquellos que los hieren; amar se halla en la entrega de uno mismo, manifestándose por medio de acciones que demuestran el deseo de bienestar de la persona amada. En consecuencia, las personas proactivas subordinan los sentimientos a sus decisiones basadas en principios.

Un cambio de paradigma

La idea de que amar es una decisión constituye para muchos un cambio de paradigma, ya que esto los hace responsables del control de su vida, de sus sentimientos, así como de influir en su entorno. Al decidirnos amar, nos centramos en nuestra actitud, en ser una fuente de amor y apoyo incondicional. Con toda seguridad las personas que nos rodean sentirán el poder del amor proactivo y responderán de la misma manera, pero aunque no lo hagan, lo más importante es que podemos influir en nosotros mismos.

Una persona que decide amar, crea su propio ambiente emocional, considerando el acto de amar como una elección. La persona que ama, decide ser feliz y aceptar aquello que está más allá de su control, mientras concentra sus esfuerzos en aquello que es capaz de controlar, como los son sus decisiones, sus sentimientos y sus acciones. ¡Decídete hoy a amar!

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https://www.ministros.org/el-amor-verdadero-sentimiento-o-decision/

Referencias

  • Covey, S. (1989). Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Editorial Paidós: Barcelona, España.
  • Martín, D. (2012). Stephen R. Covey, Herald of Good Habits, Dies at 79. The New York Times, Section A, page 22.